“Pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.” Isaías 40:31
Isaías 40 está dirigido a los israelitas que están enfrentando el exilio en Babilonia (siglo VI a.C.). Después de que Babilonia conquistara Judá y destruyera Jerusalén en el 586 a.C., muchos israelitas fueron llevados cautivos. Este capítulo está escrito para dar esperanza a un pueblo exiliado, que se siente olvidado y castigado por Dios.
Isaías 40:1-2 – “Consuelo, consuelo a mi pueblo”
Mensaje: El Señor ofrece consuelo a su pueblo, señalando que el tiempo de juicio ha terminado.
Isaías 40:3-5 – “Preparad el camino del Señor”
Mensaje: Se trata de una profecía sobre Juan el Bautista, quien prepararía el camino para la venida del Mesías (cf. Mateo 3:3).
Isaías 40:8 – “La hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.”
Mensaje: Todo lo terrenal es temporal, pero la Palabra de Dios es eterna.
Isaías 40:10-11 – “He aquí, el Señor Dios vendrá con poder… como pastor apacentará su rebaño.”
Mensaje: Dios no solo es poderoso, sino también tierno y misericordioso, como un pastor que cuida a sus ovejas.
Isaías 40:28-31 – “Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas”
Mensaje: Dios no se fatiga ni se cansa, y aquellos que confían en Él serán renovados y fortalecidos.
Aplicación:
Al igual que los israelitas en el exilio, los cristianos hoy pueden experimentar dificultades, desafíos y sufrimiento. Isaías 40 ofrece la promesa de que Dios es un Dios de consuelo y restauración. Las dificultades no son el fin de la historia; Dios siempre está obrando para redimir y renovar a su pueblo.